El trabajo doméstico sigue siendo una de las ocupaciones más precarizadas en México, donde la mayoría de quienes lo ejercen son mujeres que enfrentan bajos salarios, falta de prestaciones y condiciones laborales adversas. Datos recientes de Data México y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revelan que, aunque esta actividad es fundamental para muchas familias, sigue marcada por desigualdades estructurales.
Durante el tercer trimestre de 2024, la fuerza laboral de trabajadores domésticos alcanzó los 1.94 millones de personas, con un salario promedio de $4,220 pesos mensuales y una jornada laboral de 28.6 horas a la semana.
- 97.1% de los empleados son mujeres, con un salario promedio de $4,200 pesos.
- 2.85% son hombres, con un salario ligeramente superior de $5,010 pesos.
Las entidades con los mejores salarios para trabajadores domésticos fueron:
- Baja California Sur – $6,950 pesos.
- Nuevo León – $6,310 pesos.
- Chihuahua – $5,970 pesos.
Mientras tanto, los estados con la mayor cantidad de personas empleadas en este sector fueron:
- Estado de México – 318,000 trabajadores.
- Ciudad de México – 174,000 trabajadores.
- Veracruz – 161,000 trabajadores.
El 97.4% de las trabajadoras domésticas laboran en la informalidad, lo que significa que no cuentan con seguridad social ni prestaciones básicas. En Querétaro, el 100% de las empleadas domésticas trabajan en condiciones informales, mientras que Baja California Sur reportó el menor índice con 75.2% de informalidad.
El nivel educativo también juega un papel clave en la desigualdad salarial:
- Los hombres con 7 a 9 años de escolaridad ganaron en promedio $5,890 pesos mensuales.
- Las mujeres con 0 a 3 años de escolaridad recibieron los salarios más bajos, con un promedio de $3,740 pesos.
A pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones laborales de este sector, muchas trabajadoras continúan ganando menos de un salario mínimo, lo que refleja la urgencia de implementar políticas que garanticen sus derechos.